Los Playoffs de la NFL siempre están llenos de sorpresas, emociones y grandes historias que cautivan a la afición del deporte de las tacleadas, pero por increíble que parezca, existe un equipo que parece empeñarse cada año con ilusionar a sus aficionados y fallar en el momento importante, los Dallas Cowboys.
La temporada 2023 fue histórica para los Vaqueros, que demostraron el poderío ofensivo de su escuadra con un promedio de 29.9 puntos y 258.6 yardas por pase, liderando en el primer rubro y quedando en la tercera posición de yardaje. En cuanto a la defensiva se colocaron como la quinta mejor en puntos permitidos y aunque vinieron a menos conforme avanzó la campaña, seguía siendo bastante confiable.
Con todos esos atenuantes, no sorprendía que los Cowboys ganaran su Divisón por encima de los Philadelphia Eagles, tuvieran una campaña de 12-5 y se colocaran como el segundo sembrado de la Conferencia Nacional, teniendo un desempeño enviadiable que según todas las predicciones los ponía como mínimo en el Juego de Campeonato por primera vez desde 1996.
Sin embargo, los Cowboys tuvieron la peor presentación de la temporada justo en el duelo de comodín ante Green Bay, perdiendo su paso perfecto en casa y cayendo una vez más cuando todo parecía indicar que eran los favoritos para avanzar y la sequía podría por fin terminar. El marcador final de 48-32 significó una de las derrotas más dolorosas en la historia de franquicia.
El duelo marcó la mayor cantidad de puntos concedidos en un juego de playoffs para los Cowboys, con una actuación vergonzosa de principio a fin. Los Cowboys y Mike McCarthy se vieron totalmente superados por el rival, poniendo en duda si este es el camino que desean seguir y si realmente debe haber cambios de raíz para regresar a los primeros planos.
Aunque la defensiva nunca supo descrifrar el ataque de Jordan Love y los Packers, los señalamientos una vez cayeron sobre Dak Prescott, quien aunque tuvo tres pases de touchdown y 403 yardas aéreas, registró dos intercepciones que terminaron en 13 puntos que al final fueron la diferencia.
Sin embargo, Prescott no debe ser el único señalado, pues muchos expertos coinciden en que la mayor dificultad de «El equipo de América» en la temporada fue el coacheo de McCarthy y ayer quedó demostrado al verse superado por Matt LaFleur y nunca pudo poner a su equipo en el partido, sufriendo la mayor decepción en los últimos años.
El dueño del equipo, Jerry Jones no quiso hablar sobre el futuro McCarthy, aunque seguramente firmó su sentencia como head coach de los Vaqueros tras cuatro temporadas en las que -si bien- entregó tres temporadas ganadoras, nunca pudo competir en el momento importante y se confirmó como un nuevo entrenador que pasa sin romper la sequía de Dallas.
Por su parte, Prescott seguramente continuará una nueva temporada en los controles, sobre todo por el gigantesco contrato que tiene, aunque evidentemente las oportunidades se le acaban y aunque este año tuvo la mejor campaña de su carrera, parece demostrar que no es, ni será un quarterback de élite y da la impresión de que con él liderando la ofensiva, los Vaqueros no volverán a pisar un SuperBowl.
