La victoria de la Selección Mexicana Femenil ante su similar de Estados Unidos, es un resultado que le ha dado la vuelta al mundo del futbol, pues no solo significó la primera victoria en 14 años sobre las norteamericanas, sino que además, acabaron con un invicto de 24 años de las Barras y las Estrellas en casa.
Pero este triunfo -tal y como lo afirmó el entrenador nacional, Pedro López- solo debe ser el comienzo de una nueva era en el futbol femenil mexicano, pues ya empezaron a cosecharse los frutos de la creación de la Liga MX Femenil hace ya casi siete años.
La creación del campeonato nacional, ha sentado las bases para que las futbolistas mexicanas se desarrollen como profesionales y por supuesto, aumenten su nivel de competencia y hoy son parte de ese proceso que hasta el momento mantienen el invicto de la mano del entrenador español.
Con la victoria ante las tetracampeonas del Mundo, México muestra su candidatura no solo a obtener el título del certamen de CONCACAF, sino para comenzar a ser reconocidas a nivel internacional y con ello, le pide a los equipos que aún no se animan a invertir en el futbol femenil, a hacerlo para que cada vez haya más de donde escoger.
El resultado es histórico por sí mismo, pero no tendría que quedarse en eso, sino ser una motivación para que la inversión, el desarrollo y el interés el el futbol femenil crezca. Para que los equipos que aún no lo toman en serio lo hagan y la competitividad crezca en una liga donde si bien, todos juegan, solo copite la tercera parte.
El triunfo de México ante Estados Unidos es historia del deporte mexicano, pero también debe ser el inicio de una historia mucho más grande.
