León fue eliminado del Mundial de Clubes de Arabia Saudita tras perder con el conjunto japonés del Urawa Red Diamonds y con ello consumó un nuevo fracaso de un representativo mexicano a nivel internacional, pero ¿es este fracaso un nuevo golpe de realidad para el futbol mexicano o solo es culpa de la Fiera?
La realidad nos ha indicado que el futbol nacional atraviesa uno de los peores momentos de su historia; tras la medalla de bronce en Tokio 2020, los representativos mexicanos han fracasado en varias competencias internacionales e incluso se ha dejado de participar en torneos donde antes era un hecho que estaríamos.
Además, no olvidemos que éste es el tercer fracaso consecutivo de los clubes mexicanos en el Mundialito; Rayados y León se quedaron fuera a la primera de cambio y Pumas ni siquiera pudo conseguir el boleto, por lo que todo parece indicar que ésto se ha vuelto una constante.
Es claro que la Fiera no afrontó el Mundial en el mejor de sus momentos, pues el equipo que se presentó en Arabia era ya muy diferente al que conquistó la Concachampions a mitad de año: se quedó sin jugadores clave como Víctor Dávila, Lucas Di Yorio, Joel Campbell o Yairo Moreno, pero lo peor es que nunca pudo encontrarles un reemplazo que pudiera cargar con el peso del equipo.
A esto podemos sumarle que William Tesillo salió de una larga lesión, que Stiven Barreiro no ha mostrado su mejor nivel este torneo y que su otrora mejor jugador, Ángel Mena, lleva meses sin estar en su mejor versión.
Todos estos factores desembocan en la salida de Nicolás Larcamón, quien termina siendo el que paga los platos rotos de un plantel que ilusionaba más por el hecho de disputar por primera vez un torneo a este nivel que por realmente pensar que su calidad daba para competir.
Puede parecer una culpa compartida, pues para nadie es un secreto que lo que realizan los clubes a nivel internacional, es un reflejo de lo que sucede en el plano local, donde con poco esfuerzo durante dos o tres meses, puedes aspirar a ser campeón del torneo; incluso León vivió eso en este torneo, donde luego de tener un muy mal inicio, logró reponerse para clasificar al Play-in y hasta meterse a la Liguilla.
Si a esto le añadimos que los clubes aztecas tienen poco roce internacional, al solo jugar la Concachampions y la Leagues Cup, tenemos como resultado papelones como éstos, así asista el plantel más caro de la Liga como Monterrey o un equipo con plantel mediano como León.
Sin embargo, la directiva de León también es la culpable, pues como suele suceder en México, se responsabiliza de los malos resultados al entrenador en turno y no se analiza más a fondo el porqué sucedieron las cosas; como ya mencionaba hace unas líneas, es un hecho que León llegó muy debilitado al Mundial y no lo afrontó como lo que era: el torneo más importante de su historia.
A la Fiera es la segunda vez que le pasa algo así, pues tras su octavo título en el Guardianes 2020, el equipo se deshizo y dejó de competir por lo que se optó por darle las gracias a Ignacio Ambriz. Hoy la historia se repite y después de darle el primer título internacional de su historia, Nicolás Larcamón se va como el villano de una historia mal contada y que desembocó en la eliminación del Mundial.
León tendrá la oportunidad de reivindicarse a nivel internacional en el 2025, pues junto a Monterrey y Seattle Sounders, es uno de los tres equipos de CONCACAF que ya tienen su boleto al Mundial de Clubes de ese año, aunque antes, deberá volver a representar a CONCACAF en la nueva Copa Interamericana -que aún no tiene fecha de disputa- pero en donde todo indica que deberá enfrentar al Campeón de la Copa Sudamericana, la Liga de Quito.
